Intentos desesperados por disfrutar de este día
Como persona muy enamorada pero nada romántica, San Valentín es ese día en el que me da apuro incluso decirle a esa persona especial que me gusta o que la quiero, no vaya a pensar nadie que he caído mínimamente en esa espiral consumista que gira en torno al 14 de febrero.
Creo que podría decirse que quiero a mi pareja 364 días al año. Sin embargo, este año me han robado tantas oportunidades de disfrutar fechas importantes que no puedo desperdiciar la oportunidad de darme el capricho de ir a comer a cualquier sitio medio decente y “celebrar” el amor.
Por ello, he decidido que este 2021 es el año adecuado para cometer una cursilada digna de recordar. Aunque me gustaría narraros una anécdota graciosa sobre la única vez que recibí algo por San Valentín, creo que prefiero guardármelo para otro año en el que tengamos más confianza, que este es el primer artículo del blog.
Así pues, me puse a maquinar en mi cabeza cómo podía plantear este día, tan evitado siempre por mí. Estaba convencida de que fuera de España habría muchos sitios donde celebrasen San Valentín de manera un poco más original que aquí, donde lo máximo que hacemos es dar un regalo cutre, como un perfume, o unas rosas carísimas que duran dos días.
Investigando, he llegado a la conclusión de que estar presente en todas las fiestas del amor que se hacen en el mundo sería como un trabajo a tiempo completo. Además, aunque el 14 de febrero sea el día más extendido, cada país tiene su propia manera de exaltar el amor, el no amor y/o la amistad.
Si pudiera elegir ahora dónde disfrutar de este 14 de febrero, sin duda elegiría Bulgaria. Allí, coincide con el Día de los enólogos, así que hacen desfiles y celebran el amor con una copa de vino (o varias). Tampoco descartaría Alemania, pues comen cerdo y se regalan galletas de jengibre con forma de corazón (sinceramente, soy más de dulce que de salado, pero tampoco las rechazaría). Sin embargo, para los más golosos recomendaría vivir este día en Ghana, imaginad estar el Día nacional del chocolate en el país que más lo produce en todo el mundo.
Pero no todo es comida, evidentemente. El motivo de esta fiesta es el amor y, sin duda, la celebración más enternecedora tiene lugar en Guatemala, donde es conocido como el Día del cariño. Por ello, hacen el desfile del viejo amor, en el que participan los ciudadanos de más edad del país. También en Filipinas es un día especialmente romántico, ¡el día con más bodas del país! Esto se debe a que el gobierno ofrece unos “packs nupciales” para aquellas parejas que no pueden permitirse una boda y en el que vienen incluido flores, pasteles, e incluso los anillos. Ya sabéis, si queréis celebrar vuestra boda con lujos que no podéis permitiros, quizás Filipinas es un buen lugar para pasar por el altar.
Por otro lado, como ya os comentaba antes, no todas las celebraciones del amor son el 14 de febrero. De hecho, en sitios como Japón y Corea del Sur este día son únicamente ellas quienes regalan bombones a ellos, siendo el 14 de marzo los chicos los que regalan el chocolate. En el caso del país nipón, en marzo el chocolate debe ser blanco, pues es llamado el Día blanco. Además, diferencian entre el giri choco (de obligación, para compañeros, amigos y familiares) y el honmei choco (de amor romántico). Sin embargo, si estás soltero/a, no te preocupes, en Corea el 14 de abril se visten de negro a modo de luto y quedan para cenar noodles con judías negras. La verdad que yo no comprendo la necesidad de recrearse en la pena de estar solo, pero parece que hay quien lo disfruta…
En China, como era de esperar, no celebran San Valentín como tal, sino que su día de los enamorados es parte del Festival Qixi, el cual tiene lugar el séptimo día del séptimo mes lunar de acuerdo con el calendario chino, por lo que suele caer en agosto. Allí se celebra de manera muy similar a Occidente, por eso creo que sería más interesante disfrutar de esta fiesta en Brasil. Ya sea el 14 de febrero, que suele coincidir con el Carnaval, o el 12 de junio, el Día de los enamorados y en el que organizan conciertos por todas las ciudades, tengo claro que Brasil es una de las mejores opciones para futuros años.
Por último, os quiero contar mi celebración favorita: la de Dinamarca. Allí, los chicos regalan poemas de humor (que no de amor) que llaman gaekkebrev y que están escritos en papeles recortados con forma de copo de nieve. Los poemas están firmados con tantos puntos como letras tenga el nombre del chico, por lo que las chicas tienen tres intentos para adivinar el remitente. En caso de que lo acierten, ellos deben regalarle un huevo de pascua, en caso de que no… creo que se podría afirmar que tienen una vida amorosa más que ajetreada.
Finalizada mi investigación, he llegado a dos conclusiones. La primera es que en España somos bastante sosos a la hora de celebrar San Valentín (sin duda, yo la primera). ¿No deberíamos poner de moda eso de celebrarlo con comida, vinos y conciertos? Quizás podríamos recoger firmas por internet… yo creo que algo conseguiríamos.
La segunda es relativa a mis planes de San Valentín. Por muy bonitas (y golosas) que sean algunas tradiciones, siendo realista, poco se puede hacer ahora mismo debido a la situación. Lamentablemente, creo que voy a continuar con mi hate un año más y evitar ver a mi novio este domingo. Prefiero celebrarlo con vino y amigas. ¿No soy muy mala, no?
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